VACUNACIÓN EN LA MUJER EMBARAZADA
- Edward David Gonzales Galvez
- 19 oct 2020
- 3 Min. de lectura

Las vacunas constituyen la intervención de salud pública más importante de las últimas décadas que ha contribuido a la mejora de la calidad de vida de las personas, reduciendo la mortalidad materna e infantil. Efectivamente a partir de la introducción de las vacunas, la edad promedio de vida se incrementó, de 29 años en el siglo XIX a 75 años en la actualidad, además cada año las vacunas salvan entre 2 y 3 millones de niños a nivel mundial.
Las vacunación hoy en día se ha extendido a la población gestante, siendo una política pública de salud en muchos países, avalada por la Organización Mundial de la Salud. La vacunación durante la gestación inmuniza no solo a la madre sino también al feto, pues permite la transmisión placentaria de altas concentraciones de anticuerpos protectores. El mecanismo por el cual actúan las vacunas se basa en el desarrollo de inmunidad expresado por la inmunoglobulina G en la madre que luego es trasmitido al feto por vía transplacentaria a través del sincitiotrofoblasto por un proceso denominado transcitosis. La eficiencia de la transcitosis puede verse afectada por el embarazo mismo, el subtipo de Ig G o la presencia de infección materna. La vacunación tardía es decir a partir de las 28 a 32 semanas constituye el momento oportuno, pues habrá una mayor transferencia placentaria de anticuerpos proporcionando una mayor protección al recién nacido. Los 4 subtipos de Ig G que son transferidos también difieren en eficiencia pues se sabe que la Ig G tipo 1 esta en mayor concentración por lo tanto inducirá una mayor respuesta inmunológica. Esta efectividad se ve atenuada en las Ig G tipo 4, 3, 2 respectivamente.
En la actualidad según el documento de trabajo: Guía de campo sobre inmunización materna y neonatal para Latinoamérica y el Caribe de la Organización Mundial de la Salud del 2017 se recomienda durante el embarazo las siguientes vacunas:
Vacuna triple contra tétanos, difteria y pertussis,
Vacuna contra la influenza,
Vacuna para el meningococo,
Vacunas contra la hepatitis A y B
Vacunas antiamarílicas (para la fiebre amarilla)
Las dos primeras de uso obligatorio en el embarazo y las tres últimas solo en caso de epidemia o en caso de viaje a zonas endémicas. En general, las vacunas inactivadas se consideran seguras cuando se administran durante la gestación y las vacunas elaboradas con bacterias o virus, vivos o atenuados, están contraindicadas durante el embarazo debido al riesgo hipotético de infección perinatal, aunque en la actualidad no hay casos reportados. La infección secundaria a una vacuna atenuada generalmente es más leve que la infección natural y se lo clasifica como reacción adversa.
A pesar de que existe oposición de algunos grupos poblacionales sobre la aplicación de la vacuna en el embarazo, es necesario recalcar que el beneficio de la inmunización a las gestantes supera enormemente el riesgo potencial cuando las probabilidades de exposición a una enfermedad son altas, como ocurre actualmente en un escenario de pandemia y específicamente nos referimos a la vacuna contra la Influenza. Esta enfermedad se manifiesta en la embarazada de manera tórpida asociándose a falla cardiaca, miocarditis, neumonia y en el feto produce retraso del crecimiento intrauterino y parto pretérmino; condiciones que podrían agravar enormemente el estado de salud materno-fetal si ocurriese una infección viral concomitante por el SARS CoV-2.
El embarazo de por si es criterio de exclusión para ensayos clínicos que evalúan la efectividad y seguridad de las vacunas; por lo que no nos deberá extrañar que en la mayoría de ensayos que existen en la actualidad usados para valorar la vacuna contra el COVID-19 no está incluida la población gestante; muchos de estos ensayos esperan primero confirmar la seguridad y efectividad de las vacunas en la población no gestante. El panorama de las inmunizaciones durante el embarazo a futuro es prometedor; seguramente se incorporarán en el calendario de inmunización oficial de los países, las vacunas para el estreptococo tipo B, virus sincitial respiratorio, citomegalovirus etc; y en este contexto es muy importante que los profesionales de la salud recomendemos la vacunación a las mujeres embarazadas pues las pruebas demuestran que es más probable que se vacunen las gestantes si los profesionales de la salud que los atienden se lo recomiendan.
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