PREECLAMPSIA: CAUSA DE MUERTE MATERNA Y PREMATURIDAD
- Edward David Gonzales Galvez
- 25 mar 2021
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La preeclampsia es un síndrome, es decir un conjunto de síntomas y signos con una expresión clínica muy variable, caracterizada fundamentalmente por la presencia de hipertensión arterial y proteinuria (pérdida de proteínas por la orina) a partir de las 20 semanas de gestación. Este cuadro afecta a los 2,4% de todos los embarazos a nivel mundial y constituye la principal causa de muerte materna en latinoamérica con 20%; asimismo es el principal contribuyente del parto pretérmino siendo responsable del 20% de los neonatos prematuros que ingresan a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. En el Perú, su incidencia fluctúa entre 10 y 15% en la población gestante hospitalaria y es fundamentalmente más frecuente en la costa que en la sierra, pero la mortalidad por este diagnostico es mayor en la sierra. Según el Reporte Epidemiológico de la Mortalidad Materna en el Perú en el 2012 fue la segunda causa de muerte con 32%.
La fisiopatología de esta enfermedad se caracteriza por una respuesta inflamatoria endotelial del trofoblasto y del endotelio materno que activan una CASCADA INFLAMATORIA produciendo un proceso de ATEROSIS AGUDA DEL ENDOTELIO que a su vez condiciona la hipoxemia de tejidos fundamentales como el cerebro, riñones, higado y otros. Por lo tanto la sintomatología dependerá también que órganos se ven afectados por ejemplo si hay compromiso de la placenta puede ocurrir un desprendimiento prematuro de placenta con la consecuente muerte del feto, si hay afección del cerebro se manifestara como convulsiones, si hay compromiso hepático puede conllevar a hematoma y rotura del hígado , si el riñón se ve afectado puede condicionar una insuficiencia renal aguda, etc.

El origen de esta enfermedad es desconocida aún pero se sabe que ocurre una invasión anómala del citotrofoblasto (células de la placenta) a las arterias espirales del útero de la madre, lo que en un inicio debería representar una adaptación a mayores requerimientos de flujo sanguíneo para la placenta y el feto; esto no ocurre y esta hipoxia condicionará el disbalance de productos inflamatorios predominando los de tipo vasoactivo (moléculas inflamatorias que producen incremento de la presión arterial y contracción de los vasos sanguíneos) que explican la sintomatología general tanto en la madre como en el feto. Los criterios diagnósticos son hipertensión y proteinuria después de las 20 semanas de embarazo, la hipertensión es definida como la presión arterial sistólica igual o mayor de 140 mmHg o diastólica igual o mayor de 90 mmHg, tomada en dos ocasiones con un intervalo de 4 horas. La proteinuria es definida como una excreción urinaria de proteínas igual o mayor de 0,3 gramos en orina de 24 horas. El edema no es incluido actualmente en el diagnostico de preeclampsia porque puede aparecer clínicamente hasta en 80% de las gestantes normales. Pero sin embargo, si debemos estar alerta ante los edemas de rápida instalación confirmados por ganancia de peso anormales (ganancia de peso mayor a 800 gramos por semana); la observación de este hecho puede constituir un signo para el diagnostico temprano de este enfermedad.
Ante el diagnostico en el embarazo, se requiere inmediatamente evaluar el estado de salud de la gestante y el feto. En la embarazada se evalúa la función neurológica, respiratoria, cardiovascular, hematológica (número de plaquetas) y bioquímica ( pruebas de función hepática, renal). Asimismo se evaluará el bienestar fetal utilizando las pruebas disponibles como el monitoreo electrónico fetal, perfil biofísico y el Doppler fetal. La gestante con preeclampsia que tiene daño de órganos (preeclampsia con criterios de severidad) requiere hospitalización inmediata con el objetivo terapéutico de controlar la hipertensión arterial, prevenir las convulsiones, mejorar el volumen intravascular de la madre y asegurar una oxigenación adecuada para el feto. El tratamiento final será la interrupción de la gestación valorando adecuadamente las condiciones de la madre, la edad gestacional y la salud del feto. En caso de gestante de 37 semanas o más con preeclampsia sin criterios de severidad es decir sin daño de órganos, se debe culminar la gestación por vía vaginal o por cesárea. En casos de gestaciones menores de 37 semanas sin afectación materna o fetal se puede tener una conducta expectante con una estricta vigilancia materno fetal. Si se trata de una gestación con preeclampsia que tiene criterios de severidad se debe culminar el embarazo en forma oportuna y con un manejo multidisciplinario del gineco obstetra, intensivista y neonatologo.
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