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MIOMATOSIS UTERINA: LA TUMORACIÓN MÁS FRECUENTE DE LA MUJER

  • Foto del escritor: Edward David Gonzales Galvez
    Edward David Gonzales Galvez
  • 2 mar 2021
  • 3 Min. de lectura



Actualmente, la miomatosis uterina es uno de los motivos más frecuentes de consulta ginecológica; pues constituye el tumor benigno más frecuente en el periodo reproductivo de la mujer. En el 30% de las mujeres en edad reproductiva los miomas son asintomáticos. El principal factor de riesgo para presentarlo son los antecedentes familiares; pues el riesgo se incrementa 2.5 veces cuando se tiene un familiar de primer grado con este desorden. Los antecedentes ginecoobstétricos también son importantes; pues hay una mayor predisposición de padecerlo cuando la menarquia (primera menstruación) se presentó antes de los 10 años; también se relaciona con el número de embarazos; a mayor número de embarazos es menor la frecuencia de aparición de la miomatosis. Esta patología pueden estar presente hasta en un 40% en las mujeres en edad reproductiva y su prevalencia puede llegar hasta un 80% en mujeres afroamericanas.


El origen de esta enfermedad es desconocida, pero se conoce que su origen es por el crecimiento desordenado de un solo miocito (célula muscular) que se rodea de una matriz extracelular conformado por colágeno y proteoglucano. Existen varias clasificaciones de los miomas pero la más aceptada es la de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia, que señala por numeración, asignando a los miomas Submucosos tipos 0,1,2 (localizados debajo del endometrio y sobresalen en la cavidad uterina, pueden ser sésiles o móviles), miomas Intramurales tipos 3,4,5 (crecen dentro de la pared uterina y pueden distorsionar hasta el endometrio o la serosa) y Subserosos tipos 6,7 (a nivel de la serosa que pueden ser pediculados o sésiles).


La sintomatología va a depender de la localización y del tamaño de los miomas y se pueden agrupar en tres grupos:


1.- Hemorragia Uterina Anormal, presente hasta en el 60%, esto es causado sobre todo en los miomas submucosos que amplían el área de sangrado menstrual y dificultan la contractilidad muscular del útero.

2.- Dolor pélvico, presente en el 25%, al aumentar de tamaño generan compresión de órganos internos como la vejiga y el recto, generando sintomatología a este nivel; además de dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales) , dolor cíclico o permanente .

3.- Infertilidad en el 10%, al estar localizado en la zona de implantación del embarazo, dificultan e impiden la llegada del ovocito al útero al bloquear el ingreso a las trompas uterinas. Y si se logra el embarazo están asociados a mayor frecuencia de abortos, amenaza de aborto, parto prematuro, placenta previa, retardo del crecimiento intrauterino, desprendimiento prematuro de placenta y mayor indice de cesáreas.


El diagnostico se logra en base a la historia clínica y examen físico; el cual se apoya en la ecografía ginecológica, con lo cual se logra identificar el 85% de miomas de 3 cm o más. También se puede hacer uso de exámenes como la histerosonografía o la resonancia magnética nuclear.

El tratamiento es fundamentalmente quirúrgico, existen varias opciones para el abordaje quirúrgico, dependiendo de la localización y número de estos tumores:

- Resección histeroscópica, recomendada en miomas submucosos

- Miomectomía, que podría ser vía laparoscópica o por cirugía abierta, dirigido a mujeres que desean preservar su capacidad reproductiva.

- Histerectomía, esta podría realizarse por vía: vaginal, laparoscópica o por laparotomía. y es recomendada para mujeres que ya cumplieron su ciclo reproductivo.

- Embolización de la arteria uterina, procedimiento de radiología intervencionista que interrumpe la irrigación arterial del útero, reduciendo el tamaño del mioma, mejorando la sintomatología.


El tratamiento médico es una estrategia reciente e indicado por periodos cortos de tiempos; debido a los riesgos atribuidos con una terapia a largo plazo y está fundamentalmente dirigido como parte de la preparación de la paciente, previa a la cirugía, para disminuir el tamaño del mioma, mejorar la hemoglobina y facilitar la cirugía histeroscópica. Cuando la mujer está en el periodo perimenopáusico ayuda a diferir la cirugía y luego de la menopausia con el menor aporte hormonal esperar la reducción definitiva. Entre los medicamentos usados se incluyen: los anticonceptivos orales combinados, progestágenos de última generación (dienogest) o dispositivos intrauterinos liberadores de progestágenos; este último orientado sobre todo al tratamiento de la hemorragia asociada con miomas. También se incluye los agonistas de hormona liberadora de Gonadotropinas (GnRH) los cuales usados de 3 a 6 meses antes de la cirugía, logra reducir el tamaño del tumor hasta en 60%, aumentando las tasas de histerectomías por vía vaginal. Actualmente hay reportes que señalan al acetato de ulipristal (modulador selectivo de receptores de progestágeno) como un fármaco que reduce el tamaño del mioma hasta en 36% y esta reducción del volumen del mioma se mantuvo por más tiempo a diferencia de otros fármacos. Aún faltan más estudios para determinar la utilidad de estos fármacos en el tratamiento a largo plazo de los miomas uterinos.

 
 
 

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